La necesidad de un deporte diverso, inclusivo y alejado de la homofobia

La exposición “Abriendo armarios en el deporte” recorre Andalucía poniendo de relieve lo importante que es tener referentes del colectivo LGBTI para acabar con los tópicos que aún imperan, especialmente en el deporte rey

El Club deportivo Dejando Huella, colaborador de la Asociación Familias por la Diversidad, pretende unir a todos en la lucha contra la lgtbifobia que afecta también a los familiares de las víctimas.

El fútbol es de chicos y el ballet de chicas. Con esta premisa, tantas veces repetida y aceptada, creamos estereotipos que son difíciles de desterrar.

“Esta actitud de invisibilización hace que los deportistas que puedan pertenecer al colectivo LGBTI permanezcan ocultos, dadas las presiones y la heteronormatividad presupuesta e impuesta”.

La heteronormatividad y ser cisgénero, es decir, el dar por hecho que lo “normal” es ser heterosexual, así como el creer que todas las personas se identifican con el sexo biológico con el que han nacido, crean una sociedad encorsetada en la que la diversidad no está reflejada.  Olvidamos así a una gran parte de la sociedad que queda invisibilizada. Con esta premisa, hacemos que lo que tan solo es mayoritario se convierta en lo normal y aceptado, viendo las diferentes orientaciones sexuales e identidades de género como excepciones a la norma. Cuando la realidad es que no hay normas: la sexualidad humana es tan rica y diversa que escapa a las etiquetas.

Si esto ocurre en todos los ámbitos de la sociedad, el deporte no iba a ser menos, dado que, ¿cómo no?, este también es un reflejo o parcela de la misma.

Sin embargo, hay un hándicap en el deporte, especialmente en algunas disciplinas, que hacen que “salir del armario” y mostrarnos tal y como somos, sea aún más difícil. Donde vemos esto más acusado es en el llamado deporte rey. El fútbol, especialmente el masculino, está lleno de eso que llaman hombría y testosterona, lo que hace que aquellos jugadores que pertenezcan al colectivo LGBTI lo tengan muy complicado para mostrarse tal y como son. Insultos recurrentes como “maricón” cuando un jugador comete un error en el campo o un árbitro toma decisiones que no gustan a la afición ayudan, y mucho, a este caldo de cultivo que no deja de ser, simple y llanamente, homofibia. No queda lejos el caso de aquel colegiado andaluz al que su salida del armario le supuso un verdadero calvario.

Pues bien, gracias a los avances sociales y a la lucha de muchos activistas lgtbi, poco a poco se intenta abrir una brecha que ponga de manifiesto que la diversidad sexual, en todas sus expresiones, alcanza a toda la sociedad y, por ende, al deporte.

De hecho, no en vano, hay un jornada internacional cada año, en febrero, en la que se destaca la lucha contra la lgtbifobia en el deporte.

Una de esas loables iniciativas que hay en marcha es la exposición “Abriendo armarios en el deporte” que desde hace meses está recorriendo diferentes puntos de Andalucía para que todos aquellos que se acerquen a disfrutarla vean que hay referentes, que hay legislación, que hay actividades, etc, enfocadas a que la sociedad sea consciente de que hay que romper barreras y abrir esos armarios que nos aprietan e invisibilizan.

La exposición arrancó el pasado 19 de febrero con motivo del Día contra la LGBTIfobia en el deporte. SEVILLA DIVERSIDAD LGBT, con la colaboración de la Federación andaluza de Asociaciones LGBTI, ANDALUCÍA DIVERSIDAD, el Observatorio Andaluz contra la LGTBifobia y el Ayuntamiento de Sevilla, pusieron en marcha una exposición que quiere poner de relieve la importancia de dar visibilidad a la diversidad sexual dentro del mundo del deporte. Junto a estas entidades, también se encuentra Fare Network, entidad internacional que persigue la igualdad y la no discriminación en el deporte. Desde entonces ha ido recorriendo diferentes provincias de Andalucía y lo seguirá haciendo en los meses venideros.

La Exposición cuenta con una decena de paneles visuales que tratan diversos aspectos, entre ellos, el destacar los ejemplos de famosos deportistas que “ha salido del armario”, los países que son un mayor referente en su apuesta por la diversidad sexual, la importancia del apoyo de la afición o el compromiso que tienen en este tema algunos grandes clubes de fútbol.

Antonio Ferre, presidente de la Federación ANDALUCÍA DIVERSIDAD, ha querido señalar que “de ahí radica la importancia de actividades como esta, que sirvan de cajón de resonancia, de normalización de la diversidad sexual y de lucha contra la LGBTIfobia en el deporte, esta actitud de invisibilización hace que los deportistas que puedan pertenecer al colectivo LGBTI permanezcan ocultos, dadas las presiones y la heteronormatividad presupuesta e impuesta”.

Otra de las iniciativas que suman para acabar con la invisibilización del colectivo LGBTI es la del recientemente creado Club Deportivo Dejando Huella, que en colaboración con la asociación Familias por la Diversidad, pretende y logra, dar cabida a todos, mostrar la diversidad existente y servir de apoyo a los familiares. “La diversidad es algo que aporta riqueza al deporte y a la sociedad en su conjunto. Pero es cierto que aún persisten muchas actitudes homófobas o trásnfobas en todos los ámbitos sociales y en deporte también. Con este club deportivo queremos destacar que somos muchos los que no vamos a tolerar actitudes alejadas del respeto, que todos debemos apoyarnos y que no debemos hacer distinciones ni señalar a nadie porque tenga una determinada orientación sexual”, afirma Paloma Molina, fundadora de Dejando Huella.

De momento, el club ha participado en muchos encuentros deportivos, el último de ellos en la Carrera La Desértica de Almería, y ahora mismo se encuentra inmerso en la creación de eventos deportivos propios a los que pretenden sumar a todos aquellos que deseen participar.

Todo ayuda, el deporte es aún una asignatura pendiente, la salida del armario aún no es fácil, pero vemos esperanzados como, sobre todo, mujeres deportistas han dado el paso y han manifestado orgullosas su homosexualidad. El ejemplo más claro de esto es el de la capitana de fútbol de EEUU, Megan Rapinoe, considerada la mejor futbolista del mundo, cuando afirmó que era lesbiana en un maravilloso intento de normalizar su condición y la de muchos otros deportistas.

Por desgracia, también son muchos los que atacan a estos deportistas por hacer pública su homosexualidad, pero ellos tienen claro que la necesidad de que haya referentes es vital y que su valentía hace y hará que cada vez haya menos miedo a mostrar nuestro verdadero yo, tan válido como cualquiera. La valía de un deportista, y la de cualquier persona, no se mide por una determinada orientación, no son esos los parámetros. Ni en el deporte ni en nada.

Por tanto, día a día, son cada vez más las empresas, los centros educativos, las asociaciones y la sociedad civil en su conjunto las que se animan a decir alto y claro que la homofobia, bifobia y transfobia no son opiniones válidas, sino que son algo muy peligroso que atenta contra la propia identidad de las personas.

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