Un padre preocupado
Hola. Hace pocos días por casualidad cayó esta revista en mis manos y he visto una oportunidad de expresar mis preocupaciones. Soy padre de un chico maravilloso que además es gay. Él aún es muy joven, solo tiene 16 años, pero lo cierto es que siempre supimos que era homosexual y siempre lo hemos vivido con normalidad. Pero lo cierto es que no dejo de estar preocupado, al igual que su madre y es un tema del que hablamos mucho a pesar de estar divorciados. Queremos que nuestro hijo crezca sin miedo y siendo respetado. Pero si ya es difícil su edad, más lo es cuando ambos sufrimos mucho cada vez que sale a la calle y pensamos que puede ser agredido o humillado simplemente por estar en este mundo, él no hace a nadie y, por supuesto, no queremos que nadie le ataque por ser gay. Vemos todos los días noticias de personas del colectivo LGBTI que son insultados, que sufren palizas, que lo pasan muy mal por algo que no debería ni ser tema de debate. También me causa mucha desazón pensar que la poca educación afectivo sexual y de diversidad que tienen nuestros chicos y chicas en sus colegios o institutos ahora pueda desaparecer. Creo firmemente que solo a través de la educación podremos hacer una sociedad mejor en todos los sentidos y mal vamos si eliminamos estos temas de la educación de nuestros hijos. Mi hijo solo quiere ser feliz y poder desarrollarse con normalidad sin miedo y sin ser señalado. Y nosotros como padres deseamos lo que cualquiera que tenga hijos, ni más ni menos.
Enrique, 47 años.